Todavía hay demasiados que han caído en la trampa: desde el ataque hacker, pasando por el riesgo de ataque, hasta las teorías conspirativas más descabelladas.
El 25 de marzo, la Web se volvió loca con las explicaciones más dispares sobre un suceso ocurrido en dos grandes estaciones de ferrocarril italianas (Roma Termini y Milano Centrale), donde la pantalla de los tableros de horarios se oscureció de repente y luego mostró la gigantesca inscripción: » Sois insectos».
Inmediatamente, las fotos con la misteriosa inscripción empezaron a circular por las redes sociales, acompañadas de los comentarios más dispares y las teorías más catastrofistas. Al fin y al cabo, pocos días después del atentado terrorista de Moscú y dado que el incidente tuvo lugar en lugares muy concurridos, se prestaba incluso a interpretaciones apocalípticas.
Como la de quienes veían en ella una advertencia de ataque inminente o un mensaje que los poderosos del mundo dirigían a la gente corriente: sois insectos, por tanto, sujetos a ser, asqueados, comidos, aplastados.
La operación fue en realidad una campaña publicitaria de gran éxito, deseada y organizada por Netflix para lanzar la serie«El problema de los 3 cuerpos«, disponible a partir del 21 de marzo.
Por supuesto, la plataforma puede haber gastado mucho dinero para ocupar un espacio tan estratégico, pero sin duda ha dado en el blanco. Gracias, como siempre, a las redes sociales y a plataformas de mensajería como WhatsApp, la noticia corrió rápidamente y en poco tiempo llegó a gran parte de la población.
La frase «Sois insectos» es una referencia a los acontecimientos que se desarrollan en el quinto episodio de la serie; la beligerante advertencia que los alienígenas San-Ti lanzan a la especie humana. Simulando una auténtica invasión digital en nuestro mundo, hasta en el perfil de Twitter de Netflix se repite obsesivamente la frase en la biografía, así como en los vídeos de comentarios de episodios del canal de YouTube de la conocida plataforma de streaming.
La serie de David Benioff, D.B. Weiss (Juego de Tronos) y Alexander Woo (True Blood) se basa en la trilogía de ciencia ficción homónima de la autora china Liu Cixin.
La historia está ambientada en la China de la Revolución Cultural y narra un intento de contactar con inteligencias extraterrestres enviando señales al espacio que son captadas por el planeta equivocado, Trisolaris. Dominada por fuerzas gravitatorias caóticas e imprevisibles, Trisolaris está condenada a la autodestrucción, por lo que sus habitantes buscan un nuevo planeta que invadir y ocupar. La Tierra parece la mejor opción.
Y mientras que en Italia fueron las estaciones de ferrocarril el blanco de los ataques, en EEUU la Esfera de Las Vegas fue iluminada por un ominoso mensaje procedente del espacio. Si bien es cierto que Netflix se ha dotado de asesores ingeniosos para sus promociones publicitarias, hay que decir que los que han colaborado en la operación no han tenido el mismo genio, sobre todo aquí en Italia.
Casi todos, de hecho, cayeron en la trampa, dejándose arrastrar por la vorágine de mensajes alarmados que se perseguían unos a otros. Un episodio que demostró cómo una gran parte de los italianos todavía no sabe reconocer una estafa informática.
Muchos «expertos» o autodenominados expertos también han caído en la trampa y han alimentado la falsedad. La moraleja, por tanto, es que nunca se es suficientemente experto y que, antes de compartir obsesivamente noticias difundiendo mala información, hay que ser consciente de lo que se hace.
Un ojo verdaderamente entrenado habría buscado inmediatamente la confirmación e interrumpido el flujo, rompiendo una cadena malévola. Esta vez fue un error colectivo afortunadamente
sin consecuencias, salvo el aumento del volumen de publicidad en torno a la nueva producción de Netflix, precisamente con lo que contaba la plataforma.
Pero como la red siempre ofrece sorpresas y novedades, y la ciberdelincuencia es cada vez más aguda y sofisticada, el engaño siempre está a la vuelta de la esquina, y estar realmente capacitado para reconocerlo requiere una formación continua y una práctica constante.
El lema, por tanto, es siempre: nunca te distraigas, nunca subestimes y nunca bajes la guardia.
