Avio, la seguridad informática como apoyo a las misiones espaciales
Avio es una sociedad anónima que opera en el sector espacial. La empresa se dedica al diseño y la fabricación de componentes para lanzadores en órbita, desde propulsiones espaciales hasta otros elementos que permiten el lanzamiento y el posicionamiento de los satélites en el espacio.
Las operaciones de lanzamiento se efectúan desde la Guayana Francesa, en la base espacial europea de Kourou, uno de los pocos sitios autorizados a nivel internacional para el lanzamiento de vectores espaciales. La sede principal de Avio se encuentra en Colleferro, en la provincia de Roma, donde se gestionan componentes particularmente delicados también desde el punto de vista del riesgo de combustión.
«Para las actividades que desarrollamos, tenemos la necesidad, tanto desde el punto de vista legislativo y normativo como por la naturaleza misma de los proyectos que tratamos, de aplicar mecanismos de seguridad importantes – declara Michele Onorato, CISO de Avio. «Una exigencia que no solo afecta a los aspectos tecnológicos, sino también al comportamiento de las personas. Es fundamental que el personal esté adecuadamente formado y sepa utilizar de forma correcta las herramientas de trabajo, y que conozca los riesgos de difundir posibles informaciones».
Un programa por módulos
Avio ha establecido un programa de seguridad dirigido a todas las personas de la empresa, basado en módulos.
«En este recorrido, Cyber Guru nos ayuda: la plataforma está en línea y puede utilizarse en cualquier momento, tanto en teletrabajo como en la oficina. Se parte de un nivel básico, común a todos, y posteriormente, en función del puesto que se ocupe, se procede con una formación más específica y personalizada – explica Onorato «Además, el programa formativo no se limita a la mera difusión de los contenidos. También hemos introducido campañas de phishing que se realizan periódicamente y que permiten supervisar con el tiempo el nivel de atención y concienciación del personal».
Los datos recogidos a lo largo del tiempo indican una mejora progresiva. «Hoy en día, las personas están más preparadas para reconocer los intentos de ataque. Otro aspecto que hemos valorado con atención es el tiempo dedicado a la formación. Temíamos que las sesiones largas pudieran provocar una pérdida de atención. En realidad, los módulos de 7-8 minutos permiten mantener un buen nivel de concentración y permiten seguir el recorrido con mayor continuidad», afirma Onorato.





